A la vez, solicita la colaboración de las autoridades municipales de toda la provincia a fin de proveer los elementos indispensables para su implementación.
“No hay dudas que el dengue ha llegado para quedarse entre nosotros por mucho tiempo, pero existen métodos para minimizar al máximo su poder destructivo, uno de ellos es la educación”, sostuvo la diputada entre los argumentos del proyecto.
La Experiencia Cubana
La propuesta de Vargas toma como referencia el caso de Cuba, donde la enfermedad se cobraba cientos de vidas cada año hasta la implantación de lo que dieron en llamar “Estrategia de educación popular para promover la participación comunitaria en la prevención del dengue”
El plan consistió en la aplicación de una estrategia dirigida a aumentar la participación comunitaria en la lucha contra el mosquito vector.
Como método de aplicación de la estrategia se conformaron grupos de aprendizaje y grupos de trabajo comunitario (GTC) en las localidades. Se siguió un modelo de educación popular que conjugaba la puesta en práctica de las acciones previstas con sesiones de reflexión y aprendizaje a partir de los resultados y la reformulación del trabajo para las etapas subsiguientes. Se desarrollaron diagnósticos comunitarios, acciones preventivas, de comunicación, vigilancia y evaluación. Los cambios en la participación se identificaron mediante la técnica de análisis de contenido de documentos y entrevistas a informantes clave.
“Al final de dos años de intervención, el índice de depósitos con larvas o pupas de Aedes aegypti por 100 viviendas inspeccionadas se redujo en 79% y no se detectaron casos de dengue en ninguna de las circunscripciones”, remarcó la legisladora.
En este sentido, hizo notar que “la estrategia empleada permitió reducir el nivel de infestación con el mosquito vector, mediante el aumento de la participación de la comunidad en la toma de decisiones, el fortalecimiento de las competencias de los equipos médicos y de los GTC para liderar procesos participativos en sus comunidades y la elevación de la confianza de los miembros de la comunidad en sus posibilidades de llevar a cabo transformaciones con recursos propios y apoyo intersectorial”.