Desde hace 15 años, integrantes del Grupo de Estudios sobre Escuela Secundaria (GEES), con sede en el Instituto de Investigaciones en Educación de la Facultad de Humanidades de la UNNE, desarrollan investigaciones acerca de las políticas educativas para este nivel, el trabajo docente y sus condiciones laborales, así como la experiencia escolar que profesores y estudiantes construyen cotidianamente en las escuelas.
Estos estudios se han realizado en una diversidad de contextos institucionales y socioterritoriales como ser escuelas urbanas comunes, escuelas rurales, de modalidad técnica, bilingüe interculturales, tanto en Chaco como en Corrientes.
En base a lo observado en los trabajos realizados en ese período de tiempo, desde el grupo de investigación plantean la hipótesis de que la escuela secundaria, en líneas generales, no está ofreciendo a los adolescentes y jóvenes una experiencia escolar significativa en términos de aprendizaje de conocimientos disciplinares y desarrollo de procesos cognitivos complejos, exceptuando algunas experiencias educativas puntuales que se destacan en el conjunto de prácticas habituales.
En cambio, la escuela secundaria pareciera conservar cierta efectividad en su función de socialización, mediante la formación en valores, hábitos y pautas de comportamiento.
Frente a ese panorama, en 2017 el grupo de investigación puso en en marcha un nuevo proyecto, denominado “La experiencia escolar en la escuela secundaria. Perspectivas y participación de actores educativos para la acción transformadora”.
Esta propuesta se enfoca en la comprensión de las significaciones, acciones y estrategias a través de las cuales profesores y estudiantes se constituyen como tales en la escuela, buscando reconocer los factores que condicionan la posibilidad de producir mejoras en la calidad pedagógica.
El proyecto es dirigido por las profesoras Delfina Veiravé, Patricia Delgado y Mariana Ojeda, e integran el equipo de investigación las profesoras Ileana Ramírez, Cinthia Amud, Maia Acuña, Samuel Salas, Santiago Sanchez y Antonella Luraschi.
LA EXPERIENCIA ESCOLAR.
“Para lograr un avance en la efectividad de los cambios propuestos para el nivel secundario, es necesario el trabajo con la cadena de actores que producen traducciones e intermediaciones entre las políticas y la acción”, explica la profesora Patricia Delgado, coordinadora del grupo de investigación.
De allí que el proyecto implemente estrategias de participación y diseño colectivo de alternativas de acción entre investigadores y actores educativos del sistema y las instituciones.
Así, en 2017 se presentaron resultados de las investigaciones en una serie de encuentros zonales con equipos de conducción de escuelas secundarias de Corrientes, organizados por la Dirección de Nivel Secundario del Ministerio de Educación de la provincia. La participación del equipo en esos espacios de intercambio con directivos, jefes de departamentos y coordinadores de programas, permitió enriquecer el análisis de los resultados obtenidos y promover su difusión y utilización por parte de los actores escolares.
En el año 2018 se optó por una estrategia de trabajo menos masiva, desarrollando talleres con profesores/as y referentes de la gestión académica de cinco escuelas secundarias de Corrientes. En esos espacios de trabajo colaborativo se reflexionó y discutió sobre diferentes aspectos del trabajo docente: los procesos de enseñanza y de aprendizaje, los contenidos, las prácticas evaluativas, las formas de ejercicio de la autoridad docente, y las relaciones interpersonales.
También se trabajó con las instituciones participantes en la identificación de algunas problemáticas institucionales y posibles líneas de acción a desarrollar.
LA DOCENCIA COMO TRABAJO
Un informe de avances del proyecto fue presentado en las “III Jornadas de Intercambio de la Producción Científica Humanidades y Ciencias Sociales” de la Facultad de Humanidades de la UNNE, en el que se describen algunos resultados que permiten reconocer ciertas tensiones o problemáticas que atraviesan el trabajo de enseñar en la actualidad.
Así, respecto del contenido del trabajo docente, los investigadores pusieron atención en la creciente importancia que tiene en el trabajo cotidiano el diálogo con los alumnos sobre problemas personales o familiares.
En los encuentros zonales, directivos y docentes relataron situaciones que dan cuenta de la necesidad de ayudar a los adolescentes y jóvenes frente a problemáticas para las cuales necesitan adultos referentes. Ante esas necesidades muchos docentes “se hacen cargo” o “hacen lo que pueden”, aunque sientan que “no tienen herramientas” (en términos de competencias profesionales o protocolos de actuación) para cumplir con esa función de contención afectiva.
Si bien la importancia asignada a dicha función como parte del trabajo docente se presenta en los diferentes tipos de instituciones con las que trabajó el equipo de investigación, se advierten diferencias según las condiciones socioeconómicas de su población escolar. La tarea docente centrada en la enseñanza de conocimientos tiene una presencia y un peso mayor en las escuelas que atienden sectores medios y medios-altos, mientras que en las escuelas que trabajan con sectores sociales desfavorecidos tiene un mayor peso la función de contención afectiva.
Otra cuestión que se desprende del análisis del puesto de trabajo es el desfasaje existente entre la multiplicidad y variedad de tareas que efectivamente desarrollan los docentes, el rol prescripto (reconocido formalmente como parte del empleo), y el modo en que éste se organiza (tiempos y espacios laborales).
Sin embargo, ese desfasaje reconocido y planteado por los investigadores, en general no ha sido objeto de críticas o cuestionamientos por parte de los docentes, ni en las encuestas ni en los intercambios que se produjeron en los encuentros zonales. Inclusive, al preguntarles si aceptarían pasar de una designación por horas cátedra a otra por cargo (lo que les permitiría incluir dentro de la jornada laboral las tareas extra clase) la aceptación ha sido relativa.
En este sentido, pareciera que la estructura del puesto de trabajo ha sido “naturalizada” por los trabajadores y las mejoras de su condición no resultan vistas como tal, según destacaron los investigadores en la publicación de resultados.
En cuanto a los niveles de satisfacción laboral, en las encuestas realizadas la mayoría de los docentes dicen sentirse medianamente o muy satisfechos en relación a su trabajo y sus relaciones con estudiantes, colegas y directivos. Sin embargo, se percibe mayor insatisfacción en la relación con los padres o tutores, pues encuentran en muchos de ellos indiferencia respecto del desempeño de sus hijos.
Esta es una de las preocupaciones que aparece con frecuencia en las opiniones de los docentes, junto a la imagen del alumno como un sujeto con falta de interés y responsabilidad, que no cuenta con el acompañamiento de sus tutores, y que presenta carencias afectivas y cognitivas.
Esas dificultades son atribuidas a las familias más que a los propios estudiantes, y son vinculadas también con la implementación de nuevos regímenes de evaluación, asistencia y disciplina escolar, los que en opinión de muchos docentes encuestados, han flexibilizado las exigencias y contribuido a instalar una “cultura del facilismo”, con el consecuente deterioro de la calidad educativa.
Por otra parte, una amplia mayoría de los docentes coincide en la idea de que la docencia es una profesión poco valorada y reconocida en nuestra sociedad, y que esa escasa valoración se expresa en las retribuciones económicas. Por eso manifiestan su disconformidad respecto del salario, planteando que éste no se corresponde con la complejidad y la carga de trabajo que supone el trabajo docente cotidiano.
A partir de estas experiencias de producción de conocimiento, difusión e intercambio con docentes y directivos, el equipo de investigación ha podido identificar cómo los cambios en la naturaleza del trabajo docente repercuten en la subjetividad de los profesores, generando diferentes grados de bienestar o de malestar.
Esa información puede contribuir al diagnóstico de las problemáticas que actualmente atraviesan las escuelas secundarias, pero también puede ayudar a reconocer buenas prácticas que son valoradas tanto por directivos, docentes y estudiantes.
Para los investigadores, continuar propiciando el cruce de perspectivas de estos diferentes actores permite visualizar mejor las estrategias y acciones que se pueden desarrollar en las escuelas para hacer frente a los desafíos que hoy se plantean.
*El informe de avance del proyecto fue presentado en las “III Jornadas de Intercambio de la Producción Científica Humanidades y Ciencias Sociales” de la Facultad de Humanidades de la UNNE con el título “Miradas de los profesores y los estudiantes sobre la experiencia escolar en la escuela secundaria”. .