Se trabajó con intensidad este viernes con el uso de un georradar el cual transmite ondas electromagnéticas de banda ultraancha.
En cuanto a sus características se informó que es de alta resolución e indica si hay movimiento de tierra o algún elemento debajo de la tierra, como tuberías, conductos, minas, pozos ciegos, desagües, paredes subterráneas, estructuras, joyas y cuerpos.
El trabajo en el lugar realizó primeramente la Policía Federal que trabajó allí con perros adiestrados en el hallazgo de cadáveres, mientras que también buscaron con gran esmero cada rincón de la casa en busca de algún indicio que pudiera haber sido pasado por alto en el primer allanamiento.
Este viernes la inspección quedó en manos de la Gendarmería Nacional con el georadar que recorrió, los patios, el galpón, un tinglado, un silo y un taller mecánico que están en el fondo de la casa.
Cabe señalar que ese mismo equipo se utilizó en una parcela del cementerio local, cuyos resultados fueron remitidos a la Fiscalía Federal.
En cuanto al domicilio allanado, no descartan romper un contrapiso del fondo de la casa de Callava y Pérez.