Una de ellas es la Fundación Rewilding Argentina, quienes ya pusieron al tanto a las autoridades pertinentes para tomar medidas y sofocar estos focos que comenzaron a hacerse notar en distintas zonas de la mencionada reserva natural.
“Lamentablemente pudimos ver a través del monitoreo que hay focos de incendios, por lo menos cuatro. Ya están alteradas las autoridades de la provincia, parques nacionales y municipios para poder llegar hasta esas diferentes zonas y poder controlar”, aseguró Marisi López, coordinadora del Proyecto Iberá de Rewilding Argentina. Adujo que, si bien los incendios se producen en su mayoría por la gran sequía que atraviesa el norte argentino, también se da por “la negligencia del ser humano”, algo que supone un “combo explosivo”, aseveró la referente de la fundación; ante ello lamentó “no aprendimos nada”.
“Algunos de los fuegos son intencionales, pero sin querer hacer daño, sino por negligencia, por quemar basura o el campo, sin entender lo que nos pasó a principio de año enero y febrero, sin ser consciente del peligro que eso significa”, agregó y profundizó “la seca es aún mayor llevamos tres años consecutivos no están las condiciones climáticas para quemar basura o campo. La gente sigue prendiendo fuego pensando que lo va a controlar”.
Respecto al trabajo que realizan, Marisi contó que una de las primeras medidas tras advertir la situación fue alertar a las autoridades; por su parte, señaló que “nosotros estamos monitoreando constantemente con los equipos listos en caso que haya que salir, también capacitamos a las personas, a los grupos de Rewailding los equipamos con maquinaria, con traje, con todos los insumos necesarios para enfrentar estos focos ígneos”, y sentenció, “cada fuego que se ve, es fuego que apagar; no dejamos que crezcan porque ya sabemos que puede ser un desastre”.
Luego, mencionó en diálogo con Radio Facundo Quiroga, la importancia de las campañas de prevención “hay que agotar todas las instancias, también hay que acompañar a productores, visitándolos y mostrando el daño que se puede hacer, tanto para ellos -por sus campos y sus animales- como para el resto”.
“Perdimos un montón de hábitat enteros, de aves por anidar en arboles donde comen los frutos nativos. Si bien las aves se pudieron salvar, su hábitat y su alimento no”, analizó Marisi en un escueto resumen de lo ocurrido a principio de año como antecedente para que no vuelva a ocurrir o, al menos, intentar evitarlo con las herramientas disponibles.
En el caso de los productores forestales, indicó “perdieron toda su producción, perdieron campos enteros, vacas, pastajes, etc., arrasó con casas de familias con parajes el daño es enorme y por ahí hay gente que no supo dimensionar”. A su vez, valoró la ayuda humanitaria de muchos sectores de la sociedad, desde Bomberos hasta vecinos que no dudaron en intervenir para sofocar aquellos incendios que arrasaron con gran parte de los pulmones verdes de la región.