La propuesta legislativa hace referencia a aquellos beneficios no materiales que las personas obtienen de las comunidades biológicas, la biodiversidad, el patrimonio histórico-cultural de esas comunidades y de su sostenibilidad ambiental, económica y social. Estos servicios comprenden la inspiración estética, la identidad cultural, el sentimiento de arraigo y la experiencia espiritual relacionada con el entorno natural.
En cuanto a los aportes de los servicios ecosistémicos al desarrollo humano, el proyecto de Ley Nº 581/2022, sostiene que están relacionados a las actividades de recreo y salud mental y física; el turismo; la apreciación estética e inspiración para la cultura, el arte y el diseño y la experiencia espiritual y sentimiento de pertenencia.
“Se busca generar un banco de datos que contenga información actualizada, el cual permitirá revalorizar los S.E.C y a su vez analizar las problemáticas ambientales en pos transformar esos servicios ecosistémicos en beneficio de la comunidad preservando los ecosistemas y fomentando las oportunidades de salud, crecimiento espiritual, desarrollo cognitivo, recreación, identidad cultural y experiencias estética”, señaló Acosta en los argumentos.
Asimismo se buscará “plasmar en esta base de datos conceptos religiosos, culturales y el lenguaje de nuestras comunidades, intangibles, pero significativos, a la hora de conservar nuestras costumbres y prácticas, para que las mismas sean transmitidas y perduren en las siguientes generaciones”, explicó el legislador.