POLICÍAS DESPLEGADOS EN LA CUADRA DONDE OCURRIERON LOS HECHOS QUE CONMOVIERON A TODA LA BARRIADA.
El barrio Esperanza de la capital provincial quedó convulsionado a partir de un gravísimo delito: un nene de 2 años sufrió una violación y el acusado de cometer la agresión sexual es un adolescente de 14 años.
La Policía tuvo una rápida intervención para trasladar a la víctima y a su madre hasta un hospital y evitar que un gran número de personas, enfurecidas, atrapen y linchen al supuesto violador.
Exámenes médicos habrían arrojado un resultado no menos preocupante. Al parecer, el niño presentaría lesiones compatibles a abusos sexuales con acceso carnal “de vieja data”.
En este sentido, dos hombres adultos estuvieron algunas horas en calidad de demorados. Se trata del padre y del tío del adolescente de 14 años, a quienes realizaron estudios para saber si alguno de ellos tendría alguna vinculación a lo sucedido.
Esos exámenes, según datos obtenidos por diario época, no complicaron la situación legal de ambos adultos. Por ello recuperaron la libertad a las pocas horas, aunque seguirán supeditados a cualquier avance en la investigación.
Respecto al adolescente de 14 años fue sacado del barrio y quedó momentáneamente bajo la guarda legal de una hermana que vive en otra localidad. Si bien estaría apuntado como el principal sospechoso, dada su edad para la Ley es una persona inimputable.
Los hechos ocurrieron a la siesta en el complejo de las 70 Viviendas. Una mujer de 27 años, madre de la víctima, estaba en su domicilio cuando oyó gritos y el llanto del menor. Al salir hacia la puerta vio que de la casa vecina salió corriendo uno de sus habitantes, el adolescente de 14 años.
Muy asustada la chica buscó a su hijito y lo halló con el pantaloncito bajo mientras él lloraba y nombraba al adolescente que corría por la calle.
La mujer vio que el niño estaba lastimado; había manchas de sangre y comenzó a pedir ayuda a otras personas.
A las 15, el sistema de emergencias 911 recibió el primer llamado para alertar de la situación. De forma inmediata despacharon a una patrulla de la comisaría Decimocuarta.
Apenas llegaron los efectivos encontraron que todos los habitantes de la cuadra estaban en un estado de alteración. Como primera medida dispusieron el traslado inmediato de madre e hijo hacia el Hospital Pediátrico Juan Pablo II.
El menor fue recibido en el área de emergencias y permanecía internado bajo los cuidados necesarios después de confirmarse que presenta lesiones de abuso sexual, algunas posiblemente “de larga data”.
Las autoridades localizaron en otro sector del barrio al adolescente acusado y fue llevado a la comisaría para su resguardo, puesto que varios civiles estaban buscándolo con ánimos de linchamiento.
El muchacho fue examinado y el Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia número 2 dispuso que permanezca en el domicilio de una hermana.
La Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas a cargo de Gustavo Robineau dio las directivas necesarias para encausar la investigación.
En este sentido dispusieron la intervención de la División de Delitos Contra la Integridad Sexual, el cuerpo médico forense y peritos que tendrán a su cargo el análisis de algunas prendas de vestir incautadas.
Ayer, en el barrio donde sucedieron los hechos permanecía bajo una atmósfera de tensión. Algunas personas, además de apuntar contra el adolescente, recriminaron a su madre por “protegerlo” y “querer tapar lo que hizo”.
En redes sociales difundieron que esa mujer “estaba en la casa con su hijo, cómo puede ser que no sepa lo que hacía”.
El Grupo Táctico Operacional acudió para proteger al resto de la familia del menor acusado y evitar cualquier tipo de agresión hacia el domicilio donde ocurrió el abuso.