Durante una inspección ocular, se observó que el animal presentaba signos evidentes de cansancio, sudoración y agitación. Ante esta situación, se dio aviso inmediato al subsecretario de Tránsito, quien coordinó acciones con la Subsecretaría de Gestión Ambiental, Policía Jurisdiccional Segunda, Policía Rural, veterinario municipal y la Dirección General de Tránsito para llevar a cabo el procedimiento adecuado.
Los propietarios del equino fueron notificados de la contravención, mientras que el caballo fue trasladado por la Policía Rural y el carro quedó bajo resguardo del Tránsito Municipal.