Día y noche, los efectivos de la División Microtráfico recorrieron los pasillos y calles Villa Ghio, investigaban un kiosco de estupefacientes a baja escala. Luego de varios días dieron en el blanco, localizaron el bunker ubicado por la calle 18. Solicitaron allanamiento.
Alrededor de las 19, en compañía del ayudante de la fiscalía antidrogas y con orden de allanamiento en mano, se dirigieron al lugar investigado.
Identificaron a los dos moradores, una mujer de 20 y un hombre de 47 años, ante un testigo ingresaron y comenzaron con el registro del inmueble.
Una de las habitaciones estaba acondicionada como cocina de drogas, donde se preparaban los estupefacientes para vender: hallaron allí 179 envoltorios con una sustancia vegetal de pequeños tamaños, y otro bulto de gran tamaño con la misma sustancia. Contabilizaron también 79 envoltorios con sustancia blanquecina.
Realizaron las pruebas orientativas que arrojaron para la sustancia vegetal resultado positivo a cannabis sativa con el peso total de 1.769,9 gramos, y para la sustancia blanquecina resultado positivo a cocaína con el peso de 12.8 gramos.
Labraron acta de secuestro del estupefaciente, como así también de una balanza digital de precisión, un cuchillo con restos de sustancia, envoltorios de polietileno, tres celulares y la suma de $225.107 pesos. El ayudante de fiscal consideró que estos elementos guardan relación directa con la venta de estupefacientes.
Los moradores, tanto la mujer como el hombre fueron notificados de su aprehensión por la causa Supuesta Infracción a la Ley de Estupefacientes en función de la Ley Provincial de Narcomenudeo N° 2304.