Dunda aseguró que se trata de una cuestión peligrosa en términos de derechos humanos: “Estamos hablando de derechos humanos, de máxima jerarquía. Si decimos que el agua se tranforma en un commodity, se está diciendo que el acceso y uso, genera fluctuaciones bursátiles, que son imposibles de controlar por ciudadanos comunes y que quedan al capricho de estos grandes sistemas financieros que no siempre estarán a favor de la ciudadanía”.
“Tenemos que tomar el agua como derecho humano, un alimento que todos los seres humanos necesitamos para sostener la vida. Otro punto es el saneamiento del agua, que el Estado tiene la responsabilidad de garantizarla en óptimos puntos de sanidad. Y el otro es su uso para la producción. La megaminería hace un uso de agua bestial, es una cantidad de agua al servicio de las mineras muy grande”, examinó la activista.
Asimismo, señaló que “en muchos casos, la población no tiene acceso al agua potabilizada. El agua es un alimento, porque es indispensable para nuestro organismo. Esto no puede comercializarse desde el único objetivo de obtener dinero porque sí”. “Es imposible que el ser humano acepte, y que los gobiernos y organismos internacionales acepten esto”, destacó.
Finalmente, Dunda aseguró que “hay escasez real de agua dulce en el mundo. Porque no hay fuentes naturales y por la crisis ambiental en el mundo. En el delta del Paraná en zona de Santa Fe – Rosario, vivimos incendios que afectaron el ciclo del agua, así como la bajante del Paraná y los vertidos al río sin ningún saneamiento. Antes de decir que el agua va a cotizar en bolsa, tenemos que ver el tema del saneamiento, quiénes serán los responsables de pagar”.