Una vecina manifestó que en la mañana de este martes, salió de su domicilio para realizar trámites y dejó a sus dos hijas menores, de 11 y 7 solas, con las puertas cerradas y el portón con candado.
Al rato su hija mayor salió a comprar yogur y dejó el portón abierto. Al regresar al domicilio vio a su hermana en su pieza sentada en una silla de plástico, atada con un cable eléctrico, y le habían colocado cinta de embalaje en la boca y en los pies.
Rápidamente la niña de 11 dio aviso a su tía, quien socorrió a la hermana más chica. Posteriormente se dio aviso a las autoridades policiales, quienes se acercaron al domicilio e informaron la situación al fiscal en turno.
Debido a la gravedad del hecho colaboran agente del departamento Investigaciones Complejas, también la División Rastros y la Línea 102.
FUENTE: DiarioNorte